¡Viaje a Atherton, California!
En el segundo trimestre viajé por primera vez a los Estados Unidos, en un intercambio al colegio del Sagrado Corazón de Atherton, California.
Estuve allí por un mes y mi intercambio fue un poco peculiar, ya que, contrariamente a como lo solemos hacer en el colegio, me hospedaba con una familia distinta a la de la chica que yo había acogido unos meses atrás. Sin embargo, esta familia resultó encantadora y me acogieron y trataron como a un miembro más. En mi estancia allí pasaba el tiempo con mis dos intercambios y esto fue una gran ventaja, ya que pude conocer a mucha más gente de la que conservo muy buenos recuerdos.
Los horarios y el sistema que había en el colegio eran totalmente distintos a los que estoy acostumbrada. El campus era muy grande y tenían unas instalaciones deportivas increíbles. La primera semana fui a las clases de mis intercambios y después elegí mi propio horario con clases como baile o creación de películas, esto me dió mucha libertad y comencé a sentirme una estudiante más. Mi última semana fué la que más disfruté porque era una semana especial llamada “Spirit Week” en la que cada día había una temática en la que teníamos que basarnos para nuestro disfraz y los distintos cursos competían entre ellos en competiciones deportivas, actuaciones, etc. Fué muy divertido y lo que más me gustó fue ver lo unidos que estaban todos y el sentirme parte de esta unión.
Después del colegio y los fines de semana las familias se turnaban para realizar excursiones y llevarme a lugares como el centro de San Francisco, a ver el Golden Gate, a Chinatown , a la universidad de Stanford y a muchos sitios más. También pasé un fin de semana en la playa de Santa Cruz con una de mis dos chicas de intercambio y todas sus amigas. Fuimos a un parque de atracciones, paseamos por la zona de tiendas e incluso hicimos surf. Fue un fin de semana increíble y una de mis partes favoritas del viaje.
Esta experiencia ha sido una de las más enriquecedoras que he vivido nunca. He tenido la oportunidad de poder sumergirme en el modo de vida de otras personas y practicar el inglés. También me ha hecho crecer a nivel personal, el hecho de que haya tenido que aprender a desenvolverse en un ambiente nuevo y rodeada de personas que no había conocido todavía ha sido muy enriquecedor. Pero sobre todo me quedo con toda la gente que he conocido y las amistades que he hecho. Lo cómoda que me han hecho sentir y los tantos momentos inolvidables que he vivido me hacen estar eternamente agradecida a ambas familias y a todo el que ha hecho este viaje posible. ¡Volvería a repetir esta experiencia mil veces más!
Elena Garrayo Martínez 4º E.S.O.