¡Mi viaje a EEUU!
¡Volvería a repetir esta experiencia!
A principios de Septiembre viajé por primera vez a Estados Unidos, en un intercambio al colegio de Atherton en California.
Estuve durante un mes, pero mi proceso de intercambio fue un poco distinto al llevado a cabo en otras ocasiones en el colegio, ya que no me hospedé en la misma casa de la chica que había acogido unos meses antes en mi casa en Sevilla. Ésto no fue una dificultad para mí ya que me sentí muy a gusto en mi nuevo hogar y todos me trataron como a un miembro más de la familia. Esta situación fue muy especial y me permitió disfrutar de mucho tiempo con mis dos intercambios y de esta manera multipliqué actividades. Así puede disfrutar de las distintas experiencias que hacía con cada familia y aprender de cada una de ellas.
Como comenté más arriba, allí asistí al colegio con su sistema y sus horarios etc. Me llamó mucho la atención lo “súper diferentes” que eran acostumbrada a los nuestros. El colegio era enorme, con muchísimos edificios donde podíamos encontrar: varias instalaciones deportivas, clases con suelos de moqueta y techos muy altos y algunas capillas. Las primeras semanas me adapté a las elecciones de clase que habían hecho mis intercambios, pero más tarde pude elegir las clases que me interesaban y crear mi propio horario donde podía incluir: cerámica, fotografía, huerto, deportes y una que era mi favorita y que se trataba de baile.
Después del colegio mis intercambios se turnaban para hacer excursiones como: ir a ver partidos de fútbol americano y de béisbol. Me llevaron a distintos sitios como: San Francisco, Golden Gate, y Santa Cruz que fue una de mis partes favoritas del viaje ya que era un parque de atracciones gigantesco. Otro lugar que tuve la suerte de visitar fue la universidad de Standford, actividad que compartí con dos alumnos más de intercambios procedentes de Alemania y Madrid. Muy especial fue también lo detallistas que fueron conmigo, hasta me hicieron una fiesta sorpresa por mi cumpleaños.
Esta experiencia ha sido increíble y es de la que te marcan para poder seguir creciendo en la vida. Poder tener la suerte de salir de tu entorno, de poder conocer gente nueva y sumergirte en su cultura, y seguir su día a día, ha sido algo único y que me ha hecho crecer personalmente. He aprendido a desenvolverme en un idioma distinto y experimentar sensaciones y sentimientos que pienso que nunca voy a olvidar. ¡Volvería a repetir esta experiencia!
Marta Vigil